martes, 6 de junio de 2017

Líderes del Narcotráfico


                       Pablo Escobar




Pablo Emilio Escobar Gaviria, conocido mundialmente como Pablo Escobar, nació en Medellín, Colombia en el año 1949.

Hijo de administradores de fincas, en su adolescencia trabajó en diversos oficios para ayudar económicamente a su familia, después de un tiempo paso a matón a sueldo y ladrón de coches. Su carrera delictiva dio inicio con la compra de objetos robados y contrabando en pequeña escala, hasta que se introdujo en el tráfico de la marihuana y en gran escala la cocaína.


En 1974 emprendió la creación de un negocio de producción y distribución de cocaína que iría creciendo con el tiempo hasta convertirse en una vasta organización delictiva dedicada principalmente al tráfico de drogas: el Cártel de Medellín. Pablo Escobar al mando del cártel, en 1976 fue detenido con diecinueve kilos de cocaína, pero el caso fue olvidado grcias a la corrupción de Colombia. El grupo delectivo prosperó rapidamente en 1980, y para este momento Escobar ya poseía una gran fortuna, la mayoría de narcotraficantes desean estar en el anonimato pero en este caso el se rehusaba, es importante recalcar que parte de su dinero estaba destinado para el desarrollo de los suburbios de Medellín, asimismo levantó un barrio para desheredados llamado Medellín sin Tugurios o el barrio de Pablo Escobar.

El narcotráfico y la política son dos temas muy ligados en el caso de Escobar el se propuso crear un partido político llamado Civismo en Marcha, adscrito a la formación Nuevo Liberalismo, y en 1982 logró ser elegido diputado suplente del parlamentario antioqueño Jairo Ortega en el Congreso de la República, aunque la creación de este partido le costó una gran parte de su fortuna, pero al encontrase  su cártel en una posición bastante positiva, no le importó gastar los millones que fueran necesarios.

Luis Carlos Galán se convirtió en el gran enemigo de los narcotraficantes, quienes iniciaron una incesante persecución contra él y contra su movimiento, bajo las instrucciones del propio Escobar y de Gonzalo Rodríguez Gacha.
Entretanto, al frente del Cártel de Medellín, Pablo Escobar había llegado prácticamente a monopolizar el tráfico de droga colombiano, controlando buena parte de las rutas marítimas que unen el país sudamericano con Estados Unidos. Su auténtico imperio empresarial basado en la cocaína lo había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo.
El Cártel de Medellín sembró el pánico colocando coches bomba en las principales ciudades para obligar al gobierno a abolir la extradición de colombianos a Estados Unidos. Sus sicarios protagonizaron multitud de atentados y asesinatos, algunos de ellos masivos, que conmovieron a la opinión pública mundial. Hasta durante la presidencia de César Gaviria (1990-1994) se aprobó la Constitución de 1991, en la que quedaba prohibida la extradición de ciudadanos colombianos.


En unas negociaciones previas, sin embargo, se habían acordado condiciones bastante favorables para Escobar: no ingresaría en una cárcel corriente junto a otros delincuentes, sino en una nueva que el propio Escobar construyó con su dinero en unos terrenos de su propiedad cerca de la ciudad de Envigado. Bautizada como La Catedral, esta "cárcel" dotada de todos los lujos imaginables no albergaba más reos que el propio Escobar y sus lugartenientes y colaboradores.

Después de haber escapado de su cárcel 16 meses se encuentra sin vida, según la versión más aceptada es que el día 2 de diciembre de 1993, un día después de haber cumplido 44 años, Escobar fue arrinconado por las fuerzas armadas en una residencia cercana al centro comercial Obelisco y también al estadio Atanasio Girardot, en el oeste de la ciudad. Relata el corresponsal de ABC Sebastián de Aristizábal, que 500 soldados y policías rodearon la casa y los soldados procedieron a irrumpir en el lugar en el que el capo y un guardaespaldas se encontraba. Su muerte permitió al narcotraficante escapar por uno de los tejados de la casa. Allí, Escobar recibió tres disparos, pero no se murió, narcotraficante se suicidó como siempre había prometido antes que dejarse coger: «A mí nunca en la gran puta vida me van a atrapar vivo», se escucha en una de las grabaciones telefónicas realizadas por el Bloque de Búsqueda. En cualquier caso caso, la versión oficial apenas logra esconder el oscuro hecho de que el último disparo era casi una ejecución a cargo del Bloque de Búsqueda.



Con la muerte de este famoso narcotráficante se dio fin a un de las épocas más vilolentas de Colombia